15 de abril de 2008

ESCUDOS DE LOS PAGOS DEL SALADO: PARTIDO DE LOBOS


Resultante del concurso adjudicado por el Sr. Alfredo Valderrama el 12 de Junio de 1978. Fue aprobado por Ordenanza N° 711 del 16 de Septiembre de 1981.
SIGNIFICADO DE LOS ELEMENTOS QUE COMPONEN ESTE ESCUDO:
ELEMENTOS:

1)- MANGRULLO
2) CAMPO SEMBRADO
3) SOL ASOMADO

1) MANGRULLO: Típica imagen identificatoria de la zona; testimonio de un pasado indígena y de fortinez de avanzada.
El Mangrullo nos recuerda al gaucho y al indio; es el claro ejemplo del desinterés por la propia vida, ante el crecimiento del país, de aquellos gauchos que en marcada desigualdad numérica combatieron a los indios en su propio terreno.
EL MANGRULLO ES PASADO


2) CAMPO SEMBRADO: Nos recuerda las características de nuestros campos, excelentes para el laboreo, si bien es cierto el reconocimiento a nuestro partido como agroganadero.
EL CAMPO ES PRESENTE

3) SOL ASOMADO: Imágen asociada desde siempre a un futuro
venturoso; el sol asomado parece proteger y vigilar el destino de
la ciudad y de sus habitantes, desde su lejano comienzo.
EL SOL ES FUTURO
Pasado, presente y futuro representados simbólicamente en los tres elementos que forman el escudo.- Alfredo Valderrama

3 de abril de 2008

MALVINAS... ESE VIEJO DOLOR



La patria lo sufre desde que Juan Manuel de Rosas gobernaba Buenos Aires y la lucha por forjar la República llevó al gobierno a olvidar las Malvinas.

Luis Vernet, último gobernador de las Islas Malvinas, invitió toda su fortuna para defender la soberanía hasta 1858. Su hija Malvina, , vivió hasta los noventa y cuatro años y nunca dejó de reinvidicar ante el periodismo mundial, su nacimiento en el archipiélago y los reclamos argentinos.

En 1982 la guerra abre una profunda herida que aún no cierra, porque fue abierta desde adentro y desde afuera de Argentina.

Los " grandes" de Malvinas no pueden ni deben ser olvidados. Merecen mucho más que un feriado nacional cada 2 de abril.

La memoria debe servir para propiciar el reconocimiento hacia todos aquellos que dejaron sus vidas en el frío polar, hacia los que quedaron mutilados en cuerpo y en alma y que a duras penas consiguen mantener la esperanza después de veintiséis años.

Un reconocimiento que debe también extenderse hacia todas y cada una de las familias a cuyo seno volvieron.