Los 114 años de lucha ininterrumpida no han sido en vano. Con avances y retrocesos, aciertos y errores, una sana vocación emancipadora está dando sus frutos. La comunidad de Lezama ha realizado con altura y dignidad todos los deberes.
Desde 1994, fecha de creación de la actual Comisión de Autonomía, integrada por las fuerzas vivas de la localidad, se aportaron los elementos necesarios que avalan la viabilidad de ambos municipios. Datos históricos, geográficos y abundante documentación, proporcionados por el Rincón Histórico, fundamentan la existencia del ex Partido de Biedma. Estudios económicos provenientes del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires aseguran el funcionamiento holgado del nuevo municipio, siempre de la mano, claro está, de una sana administración.
“Para nosotros Lezama es Malvinas”, escucharon con asombro los senadores y el mismo vice-gobernador. No se esperaban tanto apasionamiento sosteniendo la racionalidad del reclamo.
Cabe destacar el aporte invalorable de vecinos de Lezama, que, aunque no residen en el pueblo, se sumaron estratégicamente a la lucha, cada uno desde su lugar o puesto de trabajo. De darse la reparación histórica y la restitución del Partido, nunca estaremos lo suficientemente agradecidos, sin menospreciar la tarea de todos los miembros de la Comisión y sus equipos de apoyo.
“Somos una hormiga contra un elefante”, dijeron algunos vecinos. Es verdad, pero el trabajo ejemplar de la hormiga puede lograr mucho más que la torpeza y corta visión del gigante. La improvisación y el atropello, la mentira, la prepotencia, la soberbia política y la portación de apellidos, nada pueden contra un siglo de trabajo minucioso, mancomunado y sostenido.
“Para las causas justas, sólo es cuestión de tiempo.” Lezama ha sabido esperar, sin bajar nunca los brazos, la coronación feliz de una aspiración legítima y ampliamente justificada.
La conmoción político social, que ha generado la posibilidad de la restitución del Partido, no puede ser usada para tapar las serias irregularidades administrativas de un Municipio al borde de la quiebra. Ya es tarde para los lamentos y manotazos de ahogado.
Hoy más que nunca, los lezamenses permanecemos unidos, más allá de diferencias políticas inevitables o intereses sectoriales circunstanciales. Debemos prepararnos para celebrar el acontecimiento y sobre todo asumir con responsabilidad el “día después.”
Desde 1994, fecha de creación de la actual Comisión de Autonomía, integrada por las fuerzas vivas de la localidad, se aportaron los elementos necesarios que avalan la viabilidad de ambos municipios. Datos históricos, geográficos y abundante documentación, proporcionados por el Rincón Histórico, fundamentan la existencia del ex Partido de Biedma. Estudios económicos provenientes del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires aseguran el funcionamiento holgado del nuevo municipio, siempre de la mano, claro está, de una sana administración.
“Para nosotros Lezama es Malvinas”, escucharon con asombro los senadores y el mismo vice-gobernador. No se esperaban tanto apasionamiento sosteniendo la racionalidad del reclamo.
Cabe destacar el aporte invalorable de vecinos de Lezama, que, aunque no residen en el pueblo, se sumaron estratégicamente a la lucha, cada uno desde su lugar o puesto de trabajo. De darse la reparación histórica y la restitución del Partido, nunca estaremos lo suficientemente agradecidos, sin menospreciar la tarea de todos los miembros de la Comisión y sus equipos de apoyo.
“Somos una hormiga contra un elefante”, dijeron algunos vecinos. Es verdad, pero el trabajo ejemplar de la hormiga puede lograr mucho más que la torpeza y corta visión del gigante. La improvisación y el atropello, la mentira, la prepotencia, la soberbia política y la portación de apellidos, nada pueden contra un siglo de trabajo minucioso, mancomunado y sostenido.
“Para las causas justas, sólo es cuestión de tiempo.” Lezama ha sabido esperar, sin bajar nunca los brazos, la coronación feliz de una aspiración legítima y ampliamente justificada.
La conmoción político social, que ha generado la posibilidad de la restitución del Partido, no puede ser usada para tapar las serias irregularidades administrativas de un Municipio al borde de la quiebra. Ya es tarde para los lamentos y manotazos de ahogado.
Hoy más que nunca, los lezamenses permanecemos unidos, más allá de diferencias políticas inevitables o intereses sectoriales circunstanciales. Debemos prepararnos para celebrar el acontecimiento y sobre todo asumir con responsabilidad el “día después.”
El VOTO EN BLANCO a nivel distrital es sólo la manifestación de la coherencia de nuestra lucha. No presentamos candidatos locales y no votamos a nadie ajeno a nuestra realidad. A nivel provincial y nacional apoyaremos a los candidatos que creyeron en nosotros y nos apoyaron en esta lucha centenaria.
Padre Juan Carlos Di Sanzo.
Padre Juan Carlos Di Sanzo.
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