8 de diciembre de 2010

¿CONCEJALES SORDOS O EJECUTIVO AUTISTA?

Esta parece ser la pregunta que más circula entre los habitantes de la augusta ciudad de Chascomús.
Claro, no todo el Cuerpo Deliberativo está sordo. Algunos miembros están mudos respecto de algunos temas.
Los que ven y además hablan, no son escuchados. Es más podría decirse que son ignorados, porque la indiferencia sigue siendo la manera más artera de matar un sueño, una idea o una persona.
Todo esto viene a cuento de lo sucedido con la necesaria ampliación del teatro Municipal Padre Bautista Brazzola, construido a principios del siglo veinte para solaz de los trabajadores, por el Círculo de Obreros Católicos.
Esta joya del patrimonio tangible pero también intangible del pueblo corre riesgos de diversa índole. Funciona con una autorización precaria en materia de seguridad, necesita una climatización adecuada y camarines acordes al siglo XXI, una administración que no sea en el primer piso y muchas otras cosas que deben considerarse si se lo piensa desde la preservación a largo plazo.
Para ello el Bloque de Unidad por Chascomús puso a consideración un proyecto para comprar la casa aledaña al Teatro, la casa que fuera el hogar y consultorio del Doctor Félix Quintín, pediatra que escribió una página señera en la medicina lugareña.
Salvadas todas las cuestiones legales y presupuestarias, los concejales que deben aprobar el proyecto no lo hacen y la decisión política del Ejecutivo no se toma.
Así se está llegando a fin de año, y en el marco de las extraordinarias urge esa aprobación.
Sólo se escuchan rumores desde el oficialismo, como el disparate de crear un centro cultural en lo que fue el dispensario y luego sede de la Escuela especial Nº 504 ( diciendo sin decir que eso les serviría de excusas para no comprar la casa mencionada).
Eso para extender una nueva cortina de humo, como si los dos proyectos fueran uno solo.
Pero la gente de Chascomús es inteligente, la gente común, la que ve, oye y habla cuando se le está queriendo vender "pescado podrido". Cuando se le quiere imponer "de eso no se habla".
El "eso" serían los intereses de personas allegadas al poder que vieron esto como negocio privado, comprar para luego vender o dejar cerrada como tantas propiedades valiosas del pueblo, o la posibilidad de una buena diferencia e un negocio posterior, sin importarle que el Teatro es de todos, que la casa es uno de esos "solares con historia" y quede incorporarse al patrimonio de todos los chascomunenses.
En esto "callar" no es signo de sabiduría, sino un grave pecado de omisión. Claro que ahora el tema de los pecados está pasado de moda, sea porque nadie se arrepiente de ellos o porque no se confiesan ni siquiera ante la conciencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ni una cosa ni la otra. Este pro-
ceder de los politicos, viene de
antanio, lamentablemente hacen
oidos sordos a todo aquello que no
favorezca sus bolsillos. En espe-
cial a todo lo que se refiere al
acerbo cultural. Como si el pue-
blo no tuviera el derecho de dis-
frutar de los mismos.!

ETELVINA