26 de abril de 2011

MORIR PARA VIVIR

MORIR PARA VIVIR

Por Hernán Perez Etchepare s.s.p.

Cuando la situación social apremia y lo nuevo todavía no surge, porque se está formando, es muy fácil precipitarse y perder la cabeza. ¿Quién puede mirar generosamente la realidad sin ver frustrado sus intereses o dudar, si, en las nuevas formas de vida es perjudicado?

Lo cierto es que muchos se enfrentan a los demás y defienden sus posiciones como pueden, reclamando y tratando de conservar privilegios, en vez de ponerse a construir un sistema nuevo que funcione y trate de acoger a todos nuestros hermanos. Nos hemos olvidado del fin social que tienen los bienes y de humanizar a los integrantes de nuestra comunidad.

Las propiedades y las empresas se ven como inversiones y no como un servicio fundamental para mejorar nuestra calidad de vida. El sistema pragmático, utilitario y economicista que nos gobierna ve a los ciudadanos como medios y no como fines, produciendo millones de excluidos. El manejo de los recursos naturales es inescrupuloso y se los explota de manera indiscriminada, descuidándolos como si no fueran renovables y sin proteger la biodiversidad, extinguiendo especies únicas en el mar, en el aire y en el cielo.

Las cárceles castigan y no reeducan a los presos, las escuelas nivelan cada vez más hacia abajo y no son foros propagadores de una nueva cultura. Las universidades están desbordadas de alumnos y no tienen recursos para enseñar la práctica que cada ciencia necesita. Se forman profesionales para los que no hay una salida laboral. No existen estadísticas serias y una conciencia de lo que se requiere en las organizaciones, ni una adecuada capacitación. Seguimos aferrados, muchas veces, a las carreras tradicionales, y no abrimos caminos creativos para lo que realmente hace falta. Vuelven enfermedades que ya se creían erradicadas y mueren los niños de hambre en el país del alimento.

Hoy como ayer, Jesús aún es condenado en tantas situaciones que nos esclavizan. Luchemos con él y como él para lograr un proyecto nuevo donde nos ilumine su vida de resucitado. Necesitamos dejar de dividirnos y pensar en grande. Necesitamos dejar los intereses mezquinos y sectoriales para pensar en el bien común. Necesitamos morir a lo viejo y resurgir a una vida nueva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SI PUEDO ENTRAR YA DEJO MI COMENTA-
RIO. AL LEER EL ART.DEL P.HERNAN
P.E., VINO A MI MENTE LA CANCION:
"HAY QUE VIVIR, PARA MORIR, ENTRE TUS MANOS, ESTA MI VIDA SENIOR". SI
HEMOS MUERTO A LA VIEJA VIDA, PARA RENACER CON CRISTO, HAGAMOS LO MIS-
MO, CON LAS VIEJAS Y SUCIAS POLITI-
CAS QUE IMPERAN EN NUESTROS DIAS.
PUESTOS EN LAS MANOS DEL SENIOR,
HAGAMOS QUE RENAZCA EL NUEVO CIUDADANO, CAPAZ DE OCUPARSE DEL
OTRO Y DE LOS OTROS, ENTERREMOS EL
VIEJO SER, HACIENDO SURGIR EL NUE-
VO EN AMOR Y LIBERTAD...!
ETELVINA